Escrito por Juan M. Ferrer
Hasta la fecha hemos ido a supermercados, estancos, gasolineras y hemos entrado en sus interiores con más personas a nuestro alrededor, además nos han traído la compra a casa o la cena en formato “delivery” o bien incluso, la hemos ido a buscar, y durante este periodo no se ha elevado el número de contagios, gracias a Dios y a la sanidad de las Islas.
No podemos, ni debemos prever que los aviones, trenes, autobuses, resto de miles de establecimientos y espacios pongan mamparas, sería el principio del fin, ya que obviaríamos lo más básico: la responsabilidad de las personas. Y creo que es justo en esto punto donde debemos trabajar, y sirva de ejemplo, lo que ha sucedido este domingo es los paseos, calles, playas y jardines de nuestra isla, y de toda España. No se pueden poner puertas al campo.
La gente ya está muy mentalizada, ha estado muy encerrada como por no saber como portarse correctamente. Seguramente también habrá servido para ir creando anticuerpos en una población. Es muy buena señal para el presente, pero puede preocupar a medio y corto plazo.
Basamos la vuelta a la “normalidad” del sector de la restauración a través del uso exclusivo de las terrazas, pero acto seguido abrirán los interiores, con su lógico distanciamiento social que no será necesario que venga marcado con metros, si no con lógica ,ya que serán los mismos clientes quienes lo harán porque habrán adoptado nuevos hábitos responsables.
A los restauradores les tocará velar por la seguridad del negocio, de sus equipos, exigir a los proveedores y por supuesto de las reglas higiénico sanitarias que marcará la administración para todo el conjunto de la sociedad.
Debemos hacer muy bien la desescalada, debemos ser pulcros en la implementación de normas y protocolos factibles y a la vez eficaces para la prevención, nadie en el sector de la restauración, y más con la altísima dependencia del turismo, quiere dar pasos en falso.
La campaña de promoción de Mallorca, las islas y la marca España empieza ahora,
con los riesgos y peligros de nuestras acciones en los próximos meses, de lo que hay que hacer y lo que no.
Ya hay un conciencia colectiva pero aun así:
- Necesitamos tests masivos para ciudadanos y poder monitorizar algún repunte
- Necesitamos tests las empresas para nuestros equipos, aeropuertos y poder empezar la cadena de valor y prevención
- Saber combinar Test PCR y de sangre Igm – Igg
- Necesitamos proveernos de material sanitario necesario, al igual que equipos humanos, acondicionamiento de nuevas UCIs
- En nuestras latitudes falta disciplina y conciencia social
- Nos gusta cargar de burocracia y metas imposibles a la empresa privada, a veces lo hacemos tan difícil que es complejo cumplir la norma
- Nos gusta inventar en lugar de copiar de los mejores y aquello que ya funciona
Y también vemos oportunidades
- Nuestro clima de verano con altas temperaturas y humedad genera las condiciones perfectas para que el virus muera antes
- Disponemos de espacios abiertos, terrazas, mar, playas, campo, montaña
- Nos estarán observando nuestros mercados emisores con lo que tenemos la gran oportunidad de enseñar nuestro paraíso con campañas de marketing
- Con el destino funcionando a ralentí o a medio gas, creamos confianza al cliente y podemos empezar a promocionar “Destino Seguro”
- Nos vamos inmunizando
- Podemos abrir el aeropuerto con corredores sanitarios con países emisores a pequeña escala
- Movemos poco a poco, paso a paso la economía
En definitiva, la responsabilidad a partir de ahora será de las decisiones que cada uno de nosotros haga con su criterio, responsabilidad y conciencia social con nuestros vecinos, entorno, etc. La administración deberá de estar para preparar la sanidad, darnos accesos a los tests, penalizar al que se pase de listos, y flexibilizar la burocracia para dinamizar la economía.
Por eso, todo esto no se soluciona con mamparas, si no aprendiendo de nuestros vecinos europeos como los suecos, alemanes, daneses, austriacos, suizos, sus métodos, su responsabilidad de rebaño, su distanciamiento social. Dejaremos de besarnos por un tiempo, aprenderemos a darnos el codo, por ejemplo, y así iremos creando sin escribir las nuevas reglas de la “Nueva Normalidad”.
No serán necesarias las mamparas, solo hará falta sentido común, educación y responsabilidad.
Articulo realizado por Mallorcadiario.com
https://www.mallorcadiario.com/mas-responsabilidad-y-menos-mamparas